Limpieza en talleres

Suelos, superficies, vehículos: en los talleres la lista de tareas de limpieza es extensa. Para conseguir una limpieza impecable en todo el taller se deben utilizar siempre equipos y métodos de limpieza acordes con las necesidades de limpieza. En definitiva, se trata de una cuestión de conservación de valor. Asimismo, un taller limpio garantiza la satisfacción de empleados y clientes, así como una mayor productividad para la empresa.

La limpieza y el orden como aspectos prioritarios

La limpieza y el orden tienen una gran prioridad en un taller en varios niveles. Por un lado, repercuten en la impresión general positiva de la empresa y dan al cliente la sensación de seguridad de que su vehículo está en manos de profesionales y es tratado con cuidado.

Por otro lado, un entorno limpio y ordenado es básico para que los procesos de trabajo sean eficaces y seguros. Si es necesario interrumpir cada paso de trabajo para buscar primero la herramienta adecuada, o si la suciedad impide realizar la siguiente acción, las tareas más sencillas conllevan mucho más tiempo del necesario y reducen la productividad.

La limpieza es sinónimo de seguridad

Desde el punto de vista de la seguridad, la limpieza del taller es algo más que un mal necesario: unos suelos limpios (sin charcos de aceite, por ejemplo) proporcionan la resistencia al deslizamiento necesaria para prevenir accidentes laborales como las caídas. La eliminación de la suciedad suelta con una barredora o con una aspirador minimiza el riesgo de lesiones, por ejemplo, por objetos cortantes. El barrido regular del espacio exterior previene la entrada de suciedad suelta en el taller e impide que se adhiera en el interior. La integración inteligente de los equipos de limpieza en los procesos de trabajo permite ahorrar costes de limpieza adicionales. Durante los trabajos de lijado, por ejemplo, los aspiradores en seco y húmedo adecuados garantizan que el polvo no se propague por el entorno, sino que sea aspirado inmediatamente después de producirse. 

Elaboración de un plan de limpieza

Un plan bien pensado que incluya la limpieza periódica del taller suena inicialmente como un trabajo extra para el personal. Sin embargo, a largo plazo, la limpieza constante del taller resulta rentable e incluso ahorra costes, ya que los productos básicos bien mantenidos, como las herramientas o los revestimientos de suelo y el mobiliario, conservan su valor durante más tiempo y deben sustituirse con menos frecuencia.

Limpieza en profundidad integral

No obstante, deberá realizarse una limpieza en profundidad más exhaustiva a intervalos regulares. En ella, entre otras cosas, se somete al suelo a una limpieza en húmedo en profundidad, se lavan las ventanas, se desechan las herramientas viejas, se limpian las zonas poco utilizadas, se lavan o sustituyen los filtros, se eliminan las manchas, se eliminan correctamente los residuos, etc.

La limpieza en profundidad del taller debe programarse a intervalos regulares, a ser posible cuando la experiencia demuestre que hay menos actividad y que los locales están casi vacíos.

Limpieza de suelos en los talleres: grandes exigencias para el revestimiento de suelo

En el área del taller los requisitos que se plantean al revestimiento de suelo son completamente diferentes a, por ejemplo, los de los espacios para clientes o en las oficinas: además de una gran robustez y resistencia al deslizamiento, también es muy importante la resistencia a los álcalis y a los ácidos. Las herramientas pesadas caen al suelo con mucha frecuencia, y no deberían producirse desprendimientos inmediatamente visibles. Los aceites, las grasas y la humedad provocan resbalones, por lo que debe garantizarse la resistencia al deslizamiento para evitar accidentes. Incluso el polvo en el suelo puede reducir significativamente la seguridad al caminar en suelos duros. Alrededor del 30 % de los accidentes laborales notificados se producen al correr y caminar, lo que significa que a menudo parten de un movimiento de tropiezo, resbalón o caída. La limpieza de mantenimiento y la limpieza en profundidad realizadas de forma regular ayudan a conservar el valor del revestimiento de suelo, ya que la arena, el polvo y otras partículas de suciedad pueden dañar la superficie, que se vuelve rugosa como resultado. Esto proporciona un mejor agarre para la suciedad y además conduce a un mayor desgaste del suelo.

Para garantizar los requisitos de limpieza, conservación de valor y resistencia al deslizamiento es necesario limpiar regularmente el suelo con maquinaria. En función del revestimiento el procedimiento varía: