Limpieza de espacios de venta: limpios e higiénicos
Comer sano, vivir sano: cada vez son más las personas que dan importancia a lo que ponen en sus platos. Tanto si se trata de una cena con alimentos adquiridos directamente del productor en la granja como de algo rápido para llevar, siempre debe cumplirse una condición indispensable: los alimentos deben estar en perfectas condiciones higiénicas. La base es la limpieza y la higiene de los espacios de venta. En consecuencia, la limpieza en profundidad es imprescindible.
Está demostrado que una limpieza en profundidad elimina más del 90 % de los microorganismos y gérmenes que están en las superficies. Las personas que trabajan en lugares donde se venden alimentos deben familiarizarse con una limpieza eficiente y realizada correctamente. Para los denominados puntos de contacto, es decir, las superficies que tocan regularmente muchas personas, se añaden temas adicionales como la desinfección y la higiene para limitar, además de la suciedad, a virus o bacterias.
La zona de entrada
La primera impresión cuenta: barrido y limpieza en la zona de entrada
La primera impresión cuenta: las personas quieren sentirse cómodas cuando entran en la tienda. En la zona de los aparcamientos y en la entrada de los espacios de venta, la limpieza puede garantizarse de forma rápida y cómoda con una barredora o una barredora-aspiradora. Para superficies más pequeñas, de hasta 300 metros cuadrados, la mejor opción es un modelo de conducción manual en el que el propio operario ejerce la fuerza propulsora necesaria. Las barredoras son fáciles de manejar y ergonómicas para el usuario y, además, barren a fondo y con bajos niveles de polvo. Para las zonas más grandes del aparcamiento y la zona de entrada, la mejor opción es un equipo de conducción manual accionado por un motor eléctrico o de gasolina.
En la zona de la puerta de entrada, es recomendable instalar una trampa de suciedad en forma de alfombra o rejilla. Este sistema aleja del suelo de la tienda las partículas gruesas, como los guijarros, la arena o el barro. La alfombra o la rejilla deben tener una longitud de unos 4 a 6 pasos para eliminar suficientemente la suciedad de los zapatos de los clientes. Para prolongar la vida útil de la alfombra, deberá limpiarse regularmente con un aspirador en seco y húmedo, un aspirador en seco o una escoba eléctrica a batería, según el grado de suciedad.
En el interior: estantería para el pan, mostrador de charcutería, caja, etc.
Ya sea en la venta directa en las explotaciones agrícolas, en una gasolinera o en un pequeño quiosco: en casi todas partes se ofrecen panecillos y panes recién hechos. Para la aspiración periódica de las migas en el expositor, compuesto por estantes de plástico o, a menudo, por cestas de madera, resulta útil un aspirador en seco pequeño, que el comerciante puede guardar cómodamente bajo el expositor para tenerlo siempre a mano cuando lo necesite.
Limpieza con la limpiadora de vapor
Si en la tienda se ofrecen también productos frescos como queso, embutidos o bocadillos, hay que prestar especial atención al expositor, porque en este caso no se trata solo de un aspecto limpio, sino también de limpieza e higiene, para que los productos frescos se mantengan realmente frescos. Para una limpieza de mantenimiento diaria exhaustiva se recomienda una limpiadora de vapor que deje toda la superficie del mostrador higiénicamente limpia sin productos químicos de ningún tipo. El vapor sale de la boquilla en gotas muy finas con una temperatura de 100 °C y una presión de entre 3 y 4 bares, la aceleración alcanza los 170 km/h. De esta forma el vapor llega a todas las grietas y pliegues de la goma donde los cepillos o trapos tienen dificultades para llegar. En el caso de la cubierta de cristal del mostrador son perfectos un paño y un limpiacristales para las pequeñas manchas o huellas dactilares que hay que eliminar ocasionalmente.
Los tipos de suciedad que pueden producirse aquí son igualmente variados. El polvo, las partículas de suciedad gruesa y los líquidos son habituales. Aquí es donde entra en juego el genio universal del sector de la aspiración: el aspirador en seco y húmedo. Este equipo recoge tanto la suciedad seca como la líquida. Todos los modelos disponen de numerosas boquillas aspiradoras, de forma que, por ejemplo, es posible recoger tanto el polvo como los líquidos con un pincel de cepillo. Para superficies grandes y lisas, como las de plástico o vidrio, una buena opción es emplear, además, una limpiadora de vapor para la limpieza de mantenimiento regular.
Limpieza manual
Especialmente en los pequeños comercios existen numerosos puntos de contacto, es decir, superficies que tocan muchas personas diferentes cada día. Entre ellas, las manillas de las puertas, los botones de las máquinas expendedoras o una caja registradora. El propósito de una limpieza impecable no es únicamente causar una buena impresión a los clientes. La higiene de estas superficies de contacto también es fundamental para evitar la transmisión de enfermedades y proteger así a los clientes. Por ejemplo, los puntos de contacto pueden limpiarse regularmente con una limpiadora de vapor o un trapo, y también es buena idea instalar un dispensador de toallitas desinfectantes. Esto permite a los clientes desinfectar las superficies por sí mismos y según sus necesidades antes de tocarlas con las manos.
Para tener una buena perspectiva: limpieza eficaz de superficies de cristal y ventanas
Desde una pequeña ventana de venta directa en la granja hasta los grandes frentes de cristal, por ejemplo de una gasolinera: el equipo adecuado permite limpiar eficazmente todos los tipos de ventanas. Para limpiar ventanas pequeñas con muchos travesaños, una gamuza de piel natural es la mejor solución y la más rápida; para superficies más grandes es recomendable emplear una regleta limpiacristales con rascador o un limpiador de cristales y superficies a baterías. Estos equipos son ligeros, manejables y proporcionan un resultado sin marcas. Es más, el aspirador también puede utilizarse para cualquier otra superficie lisa, como espejos, mesas, azulejos o vitrinas.
El suelo: limpio y antideslizante
Los revestimientos de suelo naturales, como la madera, el linóleo o los revestimientos duros de piedra artificial como baldosas (de gres cerámico fino), son habituales en los pequeños comercios. Las opciones para conseguir espacios comerciales limpios y antideslizantes son tan variadas como los revestimientos. Para la limpieza de suciedad puntual (la denominada «spot cleaning») de suciedad gruesa ocasional son idóneos para todos los revestimientos la escoba eléctrica, una mopa con el correspondiente paño de microfibras o un aspirador en seco y húmedo.
Para una limpieza de mantenimiento diaria en profundidad se recomienda una pequeña fregadora-aspiradora diseñada para superficies comerciales de hasta 200 metros cuadrados.
Tiene un diseño compacto, es fácil de maniobrar y trabaja con una presión de apriete muy superior a la del fregado. Como resultado, limpia de forma mucho más eficaz y trabaja siempre con agua limpia, por lo que el usuario no entra en contacto con la suciedad. La suciedad se aspira directamente, el suelo queda inmediatamente seco después de la limpieza, por lo que es antideslizante y se puede volver a pisar enseguida. Este modelo permite llegar cómodamente incluso a las superficies debajo de muebles bajos o radiadores. Para superficies comerciales más grandes, de más de 200 metros cuadrados, es recomendable utilizar un modelo más grande de fregadora-aspiradora con acompañante fácilmente maniobrable. Para los suelos de madera en particular, es aconsejable un modelo con un sistema de aspiración directamente detrás del rodillo para que la madera no esté expuesta a la humedad durante demasiado tiempo. Además, en el caso de la madera y el linóleo, así como de los revestimientos sintéticos como el PVC o el caucho, se deberán utilizar detergentes para revestimientos de suelos delicados con un valor de pH neutro. Para azulejos de gres cerámico fino y superficies cerámicas también es adecuado un limpiador con un valor de pH neutro y una escasa formación de espuma o, en el caso del gres cerámico fino, un detergente sin tensioactivos.
Las fregadoras-aspiradoras del tamaño correspondiente son útiles para su uso en los pequeños comercios, ya que la limpieza en profundidad se realiza en poco tiempo (a menudo, por la noche después de la hora de cierre o por la mañana antes de la hora de apertura) y no siempre la lleva a cabo personal de limpieza contratado específicamente, sino que se realiza «sobre la marcha».
Limpieza de baldosas cerámicas
Limpieza y conservación de baldosas cerámicas: ¿cómo se realiza? Se cuecen a una temperatura de 1000 a 1400 °C a partir de ingredientes inorgánicos. En la actualidad está muy extendido el uso de terracota, ladrillos, gres cerámico fino, gres y gres cerámico. Aunque existen muchas variantes diferentes, los pasos de limpieza son siempre similares. Existen pocos tipos de baldosas que precisan cuidados.
Tratamiento aparte: La zona de la cocina. Atención a la desinfección, al «error proteico» y a los detergentes adecuados
Un goulasch casero o pasta fresca rellena, una salchicha a la parrilla en un puesto de la calle, bocadillos en la tienda de la gasolinera: a las personas que adquieren estos productos les interesa asegurarse de que consumen alimentos que, además de ser buenos, estén en condiciones higiénicamente perfectas. Para garantizarlo, las empresas que manipulan alimentos de cualquier manera deben trabajar según la denominada normativa HACCP («Hazard Analysis Critical Control Points» = análisis de peligros y puntos de control críticos).
En este caso, las disposiciones abarcan desde la limpieza en profundidad hasta la desinfección segura para garantizar los requisitos básicos de higiene alimentaria. Los detergentes en particular desempeñan aquí un papel especial: en estos ámbitos, además de disolver bien la suciedad y ser compatibles con el material de las superficies, deben ser inocuos para la salud, ya que entran en contacto con superficies en las que posteriormente se procesan los alimentos.
Cuando se trata de la desinfección, es decir, de la eliminación o inactivación de microorganismos no deseados, también es esencial familiarizarse con términos como «error proteico, error de jabón y error de frío».
Por «error proteico» se entiende que los desinfectantes químicos tienen (o pueden tener) un efecto reducido en presencia de material que contenga proteínas. Esto se debe a que ciertos agentes desinfectantes reaccionan con las proteínas de los microorganismos y también con las de los alimentos, es decir, compiten entre sí. Por tanto, es preciso variar la concentración del desinfectante y utilizar alternativamente detergentes ácidos y alcalinos.
Además, los residuos tensioactivos de los detergentes pueden reaccionar con algunos agentes desinfectantes, haciendo que pierdan su eficacia, lo que se conoce como «error de jabón». En el caso del «error de frío», las temperaturas demasiado bajas de las soluciones de desinfección tienen un efecto negativo, ya que los procesos químicos y físicos se ralentizan (o pueden ralentizarse) y, por tanto, el efecto de desinfección disminuye.
¿Y la conclusión? El resumen general muestra que la limpieza en profundidad y la desinfección eficaz en el sector alimentario son diversas y extensas, pero absolutamente necesarias para proporcionar a los clientes alimentos completamente seguros en términos de salud.
Limpieza de la cocina
Al cocinar se genera suciedad persistente difícil de eliminar. La grasa y los restos de comida deben eliminarse de forma efectiva según establece la normativa de análisis de peligros y puntos de control críticos (HACCP, por sus siglas en inglés) para evitar que sean caldo de cultivo de microorganismos. Resumen general de las prestaciones de las limpiadoras de alta presión, limpiadoras de superficies, limpiadoras de vapor, fregadoras o fregadoras-aspiradoras, de lo que debe tenerse en cuenta específicamente durante la aplicación y de cómo debe realizarse una desinfección.