Cómo limpiar las llantas de forma fácil
Conforme va pasando el tiempo, la suciedad más persistente se va acumulando en las llantas. Se trata, por ejemplo, de la suciedad de la carretera, del polvo de las pastillas de frenos o de la sal de la carretera. Para mantener las llantas de aluminio brillantes y las de acero libres de óxido durante mucho tiempo, es importante limpiar las llantas con regularidad. Con los siguientes consejos es rápido y fácil.
Limpiar las llantas: paso a paso
Tener las llantas cuidadas influye de forma positiva desde el punto de vista estético en el aspecto del automóvil. No obstante, hay que tener en cuenta que el mantenimiento de las llantas no solo es una cuestión estética, pues la humedad, la suciedad de la carretera, el polvo de las pastillas de los frenos y la sal de la carretera les pasan factura. Con el tiempo, la suciedad puede fijarse a la llanta, por lo que cada vez puede resultar más difícil eliminar todo el polvo y la suciedad. Por ello, se aconseja limpiar las llantas con frecuencia y a fondo. Sobre todo, si se cambian los neumáticos al pasar del verano al invierno o viceversa, pues las ruedas deben limpiarse completamente y guardarse limpias. Sin embargo, este tratamiento puntual no es suficiente, pues las llantas necesitan el cuidado adecuado durante todo el año.
Para realizar una limpieza a fondo de las llantas y proceder a su cuidado se necesitan:
- una hidrolimpiadora o limpiadora manual, como alternativa un cubo con agua
- un producto limpiador de llantas
- un cepillo (para llantas)
- una esponja
- un paño suave de, por ejemplo, piel o microfibra.
Cómo proceder:
1. Aplicar el limpiador para llantas
Para tratar la suciedad persistente, como el polvo de las pastillas de frenos o la sal de la carretera, se aplica un producto limpiador de llantas en la llanta (de aluminio o acero) y se deja actuar. Es importante que la llanta esté seca para que el limpiador se adhiera a la superficie y tenga un efecto óptimo.
A la hora de seleccionar el producto de limpieza, es importante que esté libre de ácidos (lo máximo posible) y que, por tanto, sea cuidadoso con el material. Los limpiadores ácidos para llantas (valor pH entre 1 y 5) atacan la superficie de la llanta cuando se dejan actuar durante un tiempo prolongado, por lo que no resultan apropiados para materiales brillantes como las llantas cromadas o las pulidas.
2. Aclarar el producto limpiador de la llanta y eliminar la suciedad
En el siguiente paso, se enjuaga la llanta con el chorro plano de una hidrolimpiadora, con una limpiadora de presión media a batería o con el método clásico, este es, con un cubo de agua tibia y esponja. Si la limpieza se hace a mano, es importante llevar guantes de protección, para evitar que la piel entre en contacto con la suciedad.
Si no se hace uso de ningún producto de limpieza, se puede optar por el método manual para realizar una limpieza previa de la llanta, eliminar así la suciedad más superficial y prepararla para una limpieza más profunda.
3. Limpiar los pasos de rueda
Si es posible, limpia los pasos de rueda con una hidrolimpiadora y una boquilla de chorro plano. Consejo: con ayuda de una hidrolimpiadora con articulación de boquilla variable resulta más sencillo limpiar lugares de acceso más difícil.
4. Limpiar las llantas a fondo
Ha llegado el momento de limpiar la llanta en profundidad: es posible que, a pesar de usar productos de limpieza especializados y de haber realizado un tratamiento previo, la suciedad más persistente se resista, sobre todo en los huecos más estrechos. Para su limpieza efectiva se puede usar un cepillo para la limpieza de llantas. Para las zonas especialmente estrechas, se usa un cepillo de dientes viejo o un pincel suaves.
Si no se consigue eliminar la suciedad restante de esta forma, se puede volver a usar el producto de limpieza. Solo hay que aplicarlo, dejar que haga efecto y aclararlo con agua limpia
Finalmente, se deja secar la llanta o se frota con un paño de cuero, sobre todo en el caso de las llantas cromadas y las negras, ya que las marcas de agua se notan más en ellas.
Importante: respetar la normativa
Por regla general, se permite el lavado de las llantas en aquellos espacios destinados también para el lavado de los coches. Es decir, en boxes o túneles de lavado . Sin embargo, en estos casos se deben usar los productos que ofrecen estos espacios, ya que el uso de productos de terceros no suele estar permitido. Limpiar el coche en propiedad privada, dependerá de la normativa municipal.
Consejo:en el lavado de los vehículos, tanto llantas como neumáticos deben tratarse por separado del resto del vehículo. Esto se debe a que si, por ejemplo, se usa el mismo cepillo para limpiar neumáticos y carrocería, la suciedad de la carretera y las piedras pequeñas en las bandas de rodadura, así como la suciedad incrustada en las llantas, puede terminar dañando la pintura del vehículo.
Preguntas frecuentes
¿Cómo eliminar el polvo de frenos de las llantas?
Con el uso de un limpiador de llantas especial es posible eliminar el polvo de las pastillas de frenos y la abrasión de los neumáticos de las llantas de acero y aluminio. El limpiador de llantas Kärcher no tiene ácidos y, por tanto, cuida los materiales. La decoloración rojiza sirve como indicador de actuación. Basta con aplicar el producto sobre la llanta, dejarlo actuar entre 1 y 3 minutos y finalmente aclararlo con agua limpia. Si la suciedad es persistente, se puede usar un cepillo de lavado para limpiar las llantas tras haber dejado actuar al limpiador .
Cómo eliminar los restos de sal de las llantas
Quien use llantas de aluminio en invierno tendrá que eliminar la sal acumulada en las mismas, pues estropea el material. A más tardar, es importante eliminar la sal de las llantas, ya sean de aluminio o acero, cuando se realiza el cambio de neumáticos de invierno a los de verano. Para ello, se recomienda usar un producto especializado en la limpieza de llantas. Como alternativa, algunos boxes de lavado incluyen programas especiales para la limpieza de llantas.
¿Cómo se puede eliminar el óxido de las llantas?
El óxido de las llantas de acero se puede eliminar con un cepillo de alambre. A continuación, se usa papel de lija.
Si bien las llantas de acero o las de aluminio no crean herrumbre, la humedad y la sal para las carreteras pueden dejar huellas que oxiden el material. Para poder limpiar las llantas, hay que tener mucho cuidado, pues tanto las llantas de aluminio como las cromadas se rayan con facilidad. Por ello, se recomienda el uso de un cepillo suave. Por último, hay que pulir la superficie, bien acudiendo a profesionales, bien haciéndolo de forma autónoma si se cuenta con la experiencia necesaria.
¿Qué cepillos de recomiendan para lavar las llantas de los coches?
El cepillo para la limpieza de llantas es un accesorio de la hidrolimpiadora útil para la limpieza de estos componentes del automóvil. Su forma especial y las cerdas continuas permiten una limpieza extremadamente eficaz en 360°, incluso en lugares de difícil acceso y en huecos más pequeños. Gracias a la distribución uniforme del agua, se puede eliminar la suciedad y aclararla con agua de forma uniforme.
¿Con qué remedios caseros se pueden tratar las llantas?
Si no se dispone de un limpiador de llantas, también se puede recurrir a sencillos remedios caseros:
Truco 1. Limpiar las llantas de aluminio con pasta de dientes
La pasta de dientes sirve para limpiar las llantas de aluminio. Hay que humedecer ligeramente un paño limpio y aplicar un poco de pasta de dientes. A continuación, se frota el paño enérgicamente sobre las llantas de aluminio hasta que la suciedad se vaya soltando y mezclando con la pasta de dientes. Hay que ir enjuagando el paño en agua limpia y escurriéndolo. Por último, se vuelve a lavar las llantas con agua limpia y se deja secar. Las partículas abrasivas de la pasta de dientes también sirven para quitar pequeños arañazos. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con las llantas pulidas y las cromadas, pues las partículas de la pasta podrían rayarlas y hacerles perder el brillo.
Truco 2. Limpiar las llantas de aluminio con piedra de limpieza
Las llantas de aluminio y otras llantas similares también pueden limpiarse con una piedra limpiadora: se humedece una esponja con agua y se pasa sobre la piedra de limpieza hasta que se forme espuma. A continuación, se limpian las llantas. Tras la limpieza, se aclaran las llantas con agua limpia. En el caso de las llantas pulidas y las cromadas, este producto debe aplicarse con cuidado.
Truco 3. Limpiar las llantas lacadas con detergente para platos
Tanto la suciedad como el polvo de las pastillas de los frenos pueden dañar la pintura de las llantas. Para eliminar la suciedad con especial cuidado, se recomienda recurrir a un producto lavavajillas: se rocía la llanta con agua tibia y se limpia la superficie con una esponja, a ser posible de microfibra. A continuación, hay que aclarar el resultado con agua limpia y se seca la llanta con un paño suave. Si no es posible eliminar la suciedad con este método, recurre a un limpiador de llantas sin ácidos.
Consejo
Antes de utilizar un remedio casero o un producto nuevo para la limpieza de la llanta, es importante probarlo en una zona poco visible.
¿Cómo limpiar las llantas cromadas?
El paso del tiempo puede hacer que las llantas cromadas pierdan el brillo. No obstante, para eliminar la suciedad de este tipo de llantas normalmente no se puede recurrir a los productos limpiadores de llantas disponibles en el mercado, pues contienen ácidos que pueden dañar su superficie. En su lugar, se deben utilizar productos de limpieza más suaves, como agua y jabón. El bicarbonato de sodio también puede ser de utilidad: se añaden tres cucharadas de bicarbonato de sodio en un bol. Sin dejar de remover se vierte un poco de agua hasta que se forma una pasta. Con un paño suave, extiende la pasta sobre la llanta con movimientos circulares hasta conseguir disolver la suciedad. No obstante, también existen limpiadores de llantas específicamente desarrollados para llantas cromadas, que respetan el material y disuelven la suciedad.
Además de limpiarlas, las llantas cromadas también necesitan que le saquen brillo con frecuencia para que mantengan su aspecto habitual.