CÓMO LIMPIAR EL COCHE POR FUERA: CONSEJOS Y TRUCOS PARA CASA
¿Cada vez es más difícil ver a través del parabrisas sucio? ¿La pintura vuelve a estar cubierta de polen, hojas, sal de carretera o excrementos de animales? Es el momento de lavar el coche. Si se prefiere no ir a un área específica para ello, el exterior del coche se puede limpiar en casa de forma rápida y sin complicaciones con el equipo adecuado siguiendo estos consejos.
¿Por qué hay que limpiar el exterior del coche con regularidad?
No importa si son “piezas de coleccionista” o se usan a diario: es importante limpiar el coche por fuera cada cierto tiempo, pues no hay época en el año en la que el exterior del coche (también las llantas) no se ensucien. La sal de la carretera en invierno, el polen en primavera, los insectos en verano o las hojas en otoño. Si esta suciedad no se va eliminando, a largo plazo puede tener efectos negativos en la pintura del coche. Es por eso por lo que al limpiar el exterior el coche cada cierto tiempo no solo se consigue que este tenga un aspecto limpio y reluciente, sino que también se cuida su valor. Con los siguientes consejos, disfrutar de tu coche limpio con gran rapidez es posible.
Importante: prestar atención a la normativa
Poder lavar el coche delante de la casa va a depender de la normativa local. Hay países en los que está prohibido hacerlo en la vía pública, independientemente de si se utilizan o no productos de limpieza. Lavar el exterior de coches o motos en propiedad privada suele estar permitido. Sin embargo, el agua utilizada ha de verterse en un desagüe. Sea como fuere, antes de proceder a lavar el coche en una propiedad privada, es importante comprobar si no se ha prohibido de forma expresa. Una alternativa permitida por ley se puede encontrar en centros de lavado de automóviles automáticos o manual.
Cómo lavar el coche por fuera: guía paso a paso
Paso 1: eliminar la suciedad suelta
Antes empezar con el lavado propiamente dicho, hay que quitar con la mano o con la ayuda de un cepillo suave la suciedad suelta, esto es, restos de hojas o de flores.
Paso 2: lavado preliminar
Ha llegado el momento del lavado preliminar: se quita la suciedad gruesa con ayuda de una hidrolimpiadora y una boquilla de chorro plano. De este modo se evita que en pasos posteriores se raye el coche al usar el cepillo. Como alternativa, se puede usar una manguera de jardín con pistola a presión o un cubo de agua y una esponja para limpiar el coche por fuera a mano. En caso de que sea necesario, se recomienda proceder con un tratamiento previo y un lavado de las llantas. En el lavado preliminar también hay que prestar atención a los guardabarros, ya que la suciedad se fija con persistencia aquí. Para poder limpiar estas zonas de difícil acceso, se recomienda el uso de lanza pulverizadora corta con articulación de 360° con la hidrolimpiadora. Se puede ajustar al ángulo deseado. Es cómodo de manejar y permite que el chorro se dirija hacia delante, hacia los lados, hacia arriba y hacia abajo.
Paso 3: aplicar detergente
Con la función de detergente, la hidrolimpiadora moja todo el vehículo con champú para automóviles o Limpiador universal de abajo a arriba. Hay que dejarlo actuar para conseguir aflojar la suciedad fijada. El detergente, que más tarde se puede enjuagar con el potente chorro de agua de la hidrolimpiadora, facilita que la suciedad se suelte. Para la suciedad más resistente que necesite una acción mayor se puede usar un producto de detergente que forma espuma, caracterizado por crear una espuma más espesa y persistente. Para aplicar el detergente sin complicaciones utiliza una boquilla de espuma. Como alternativa, se puede aplicar el detergente en la carrocería con una esponja suave. Importante: evita crear montañas de espuma, dado que debido al peso la espuma se irá deslizando y no podrá tener el efecto deseado sobre la suciedad.
Paso 4: enjuagar el coche
Para terminar, con ayuda de la hidrolimpiadora y agua limpia se aclara la espuma del vehículo. Para ello, se recurre al chorro plano a una distancia de 15 cm de la superficie y a 30 cm de los neumáticos. Como alternativa es posible conectar un cepillo blando de lavado, un cepillo de alto rendimiento o un cepillo de lavado giratorio a la hidrolimpiadora. Con estas herramientas se elimina a fondo la suciedad. Consejo: el vehículo se limpia de abajo hacia arriba. Así es posible comprobar qué superficies necesitan aún un aclarado. Además, de este modo, se aprovecha al máximo el efecto del detergente.
Si no se dispone de una hidrolimpiadora, se puede limpiar el coche por fuera con una manguera y una boquilla de jardín.
Consejo
Cuando se aplica con la hidrolimpiadora la mezcla de detergente y agua, es preferible que la concentración de detergente sea alta a que haya mucha cantidad del producto. Es decir, es mejor usar un detergente ligeramente concentrado con moderación que aplicar gran cantidad de detergente, pero diluido; pues su efecto será menor.
Paso 5: dejar secar el automóvil y reparar la pintura
Una vez se ha enjuagado el detergente del vehículo, hay que dejar secar el coche o proceder a su secado con un paño de gamuza. Si tras la limpieza del exterior se pueden ver pequeñas marcas o arañazos, se puede usar un pincel para retocar la pintura. Una vez se ha terminado con el exterior, es posible empezar con la limpieza del interior del coche.
Eliminar la suciedad persistente del coche
Restos de insectos
Los restos de insectos se pueden quitar de la carrocería, de las rejillas y los espejos exteriores, los cristales y los materiales de plástico con un agente quitainsectos. Basta con rociar el producto sobre las superficies que se quieran tratar después de la limpieza previa y dejarlo actuar. Más tarde se enjuaga con agua limpia. Como alternativa, se puede cubrir la suciedad con un papel de cocina húmedo y retirarla pasados 15 minutos.
Resina de árbol
Si en la pintura del coche hay savia de árbol, es importante actuar rápidamente. Cuanto más fresca esté, más fácil será quitarla. Para ello, se recurre a agua caliente y esponja, a una hidrolimpiadora o se lleva el coche a un área de lavado profesional. Sin embargo, si la suciedad ya se ha secado, hay dos remedios posibles: aplicar unas gotas de descongelante para puertas en las áreas afectadas o frotar estas zonas con grasa como, por ejemplo, la mantequilla, la margarina o el aceite de cocina. Pasados unos minutos, la resina se desprende al pasar un paño.
Excrementos de pájaros
Sobre todo en los meses de verano, si no se limpian, los excrementos de pájaros pueden quemarse y dañar la pintura. Por eso, es mejor no esperar demasiado a retirarlos. Importante: los excrementos secos nunca se eliminan frotando, pues pueden arañar la superficie del coche. En su lugar, se deben mojar las zonas afectadas antes de comenzar el lavado con la hidrolimpiadora o en la estación de lavado, si fuera posible con agua templada y un paño de cocina. Finalmente, se podrán limpiar los excrementos bien con una esponja suave o un paño húmedo, y aclararse con agua a presión.
Residuos de sal
En invierno, se deben lavar con regularidad la sal y la arena de la carretera que ensucia el coche, pues pueden aumentar la corrosión en zonas dañadas, por ejemplo, en los casos en los que la pintura presenta un rasguño por el impacto de una piedra. También es recomendable eliminar con regularidad de los bajos del vehículo la sal de la carretera. Para proteger mejor la carrocería de la humedad y la sal, es aconsejable limpiar a fondo el exterior del coche antes de la llegada del invierno y aplicar cera abrillantadora para conservar el buen estado de la pintura.
Limpiar cristales y espejos
Los conductores habituales saben de qué se trata: en los meses cálidos, la suciedad de la carretera, el polen y los insectos van cubriendo con rapidez el parabrisas. Esto, además de hacer que el coche muestre un aspecto descuidado, puede representar un peligro al reducir la visibilidad. Por ello se recomienda limpiar el parabrisas, las ventanillas y el cristal trasero en casa con asiduidad, sin importar la frecuencia con la que se pare a repostar o se lleve a limpiar el exterior del coche. La mejor manera de hacerlo es con un limpiador de cristales, que garantiza una limpieza libre de brillos y marcas; y elimina insectos y suciedad de la carretera, además de limpiar las huellas dactilares en el interior. Los limpiadores suelen contener aditivos que producen un efecto antiestático, gracias a lo cual los cristales no se ensucian tanto y son más fáciles de limpiar. Para limpiar los cristales, basta con aplicar el producto sobre las superficies, dejarlo actuar durante un breve periodo de tiempo y limpiarlo con un paño suave de microfibra. Resulta aún más fácil con el kit de limpieza de parabrisas para el rascador de hielo eléctrico, lo que implica que este aparato puede usarse también en épocas del año en las que no sea necesario quitar el hielo de los cristales. La potente rotación del rascador de hielo eléctrico ayuda a eliminar la suciedad adherida sin esfuerzo.