Consejos para evitar el polvo y la suciedad en casa
Algo a lo que todos nos resuelta familiar es acabar de limpiar el polvo de la casa y descubrir que hay una capa de suciedad en los muebles y el suelo. Entonces, comienzas de nuevo. Esto provoca frustración y que no nos guste realizar las tareas domésticas. Por eso, os damos unos consejos para mantener a raya la suciedad:
Ventila para reducir el polvo
Ventilar permite regular el grado de humedad en casa, debido a que la humedad impide que el polvo se disperse rápidamente.
Especialmente en los meses de invierno, debido a la calefacción, el ambiente se mantiene más seco de lo normal, por lo que durante la época más fría sería aconsejable, además colocar boles de agua encima de los radiadores. El agua se evaporará y restaura la humedad. Recuerda también ventilar durante un tiempo corto para evitar que entre demasiada suciedad del exterior.
Los paños de microfibra son muy útiles gracias a su efecto antiestático porque incluso sin humedecerlos, las partículas de polvo se adhieren al tejido. Estos paños son ideales para usar en muebles que son sensibles al agua pero se debe tener cuidado con los muebles de alto brillo, ya que pueden quitar el brillo o dejar pequeñas marcas.
La suciedad acumulada en estanterías y muebles también se puede limpiar con un aspirador utilizando un cepillo para tapicería.
Declara la guerra al polvo y la suciedad
Mobiliario antiguo
Los muebles antiguos quedan preciosos en casa, pero a menudo son un verdadero imán para el polvo. Sin embargo, nunca debe quitar el polvo de estos muebles más delicados con un paño húmedo. Para una limpieza regular, simplemente usa un plumero.
Para llega a los rincones difíciles bastará con un cepillo de cerdas blandas. Trata de no usar agua, aunque esté muy sucio, ni limpiadores agresivos, únicamente aquellos adecuados para el tipo de material que se trate. Ante todo sigue siempre las instrucciones del fabricante para un oso adecuado de estos limpiadores.
Radiadores
No sólo durante el invierno se acumula polvo en las ranuras radiador. Por eso, un cepillo estrecho para el radiador te ayuda a limpiarlo rápidamente Si no tienes uno en casa, se puede sustituir por un paño de microfibra enrollado sobre algún utensilio de cocina alargado y lo más plano posible, como una rasqueta o lengua de gato.
También se puede usar un limpiador a vapor para los radiadores, limpiando con el chorro de vapor y teniendo la precaución utilizar un paño debajo de la zona a limpiar para absorber la condensación del vapor.
Alfombras y cortinas
Las alfombras, las cortinas y la ropa de cama son verdaderas trampas para que el polvo se acumle. Por ello, debemos aspirar las alfombras regularmente y sacudir o airear las camas para evitar que las partículas de polvo se acumulen en cualquier lugar.
Deben lavarse las cortinas varias veces al año y al volver a colgarlas es aconsejable hacerlo cuando todavía estén húmedas para evitar arrugas antiestéticas.
Ventanas de varias hojas
Mover escaleras, arrastrar cubos: limpiar ventanas altas, por ejemplo, en un invernadero, es una tarea muy tediosa. Aquí hay una solución práctica: el set de prolongación del limpiador de ventanas permite llegar a las zonas altas de difícil acceso desde el suelo.
Y aunque los paneles limpios y relucientes son la mitad de la batalla, no descuides las juntas de las ventanas y lávalos con paño húmedo con agua o detergente, sin apretar demasiado para evitar que gotee. Las ranuras y marcos de las ventanas también pueden limpiarse con un limpiador a vapor.
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