Ventajas de las limpiadoras de alta presión de agua caliente

Las limpiadoras de alta presión limpian aún mejor con agua caliente a una presión constante. Además de mejores resultados y tiempos de limpieza y secado más rápidos, las limpiadoras de alta presión de agua caliente pueden lograr una reducción apreciable de los gérmenes. La etapa de vapor permite limpiar incluso superficies sensibles con cuidado a hasta 155 °C. Por otro lado, los equipos permiten reducir la presión de trabajo, el tiempo necesario y la cantidad de detergentes que hay que utilizar. Así, la limpieza con agua caliente ofrece algunas ventajas y varias posibilidades para optimizar el proceso de limpieza.

Limpieza con una limpiadora de alta presión de agua caliente de Kärcher

Aún más eficaz con agua caliente

Las limpiadoras de alta presión son una constante cuando se trata de la limpieza racional y un resultado perfecto. En comparación con procedimientos sin presión, estos equipos se caracterizan por un bajo consumo de agua y una elevada potencia limpiadora. Aún más ventajas ofrecen las limpiadoras de alta presión calefactadas, que generan agua caliente a hasta 80 °C y desprenden la suciedad resistente con mayor rapidez y efectividad. Para los usuarios profesionales, la combinación de agua caliente y alta presión (además de ventajas evidentes como una menor cantidad de detergentes o la ausencia de ellos y tiempos de secado más cortos) proporciona sobre todo una mayor eficiencia económica.

Limpiadora de alta presión de agua caliente para la construcción

Resumen de las ventajas de la limpieza a alta presión con agua caliente

  • Eliminación más efectiva de restos de lubricante
  • Menores tiempos de limpieza y ahorro de costes salariales
  • Efecto reductor de gérmenes e inactivación de virus
  • Menor tiempo de secado
  • Considerable reducción del uso de detergente
  • Cuidado de superficies delicadas y el mismo efecto de limpieza con una menor presión de trabajo

Numerosas ventajas: limpieza más rápida y eficaz con limpiadoras de alta presión de agua caliente

Limpieza del compartimento del motor con limpiadora de alta presión de agua caliente

El uso de limpiadoras de alta presión de agua caliente acelera el proceso de limpieza hasta un 35 % en comparación con los equipos de agua fría, en particular debido al proceso de secado más rápido de las superficies limpias.

La energía térmica es un factor esencial que influye y acelera los procesos de limpieza a largo plazo. No en vano, la temperatura, junto con el sistema mecánico, el detergente y el tiempo, es uno de los cuatro parámetros interconectados y que, según el círculo de Sinner (mecanismo de acción para describir los procesos de limpieza), determinan el éxito de un proceso de limpieza.

La adición de calor garantiza la descomposición más rápida de la suciedad y los residuos de lubricante: cada aumento de 10 °C de temperatura acelera los procesos químicos y reduce a la mitad el tiempo de reacción. Los aceites, las grasas o el hollín se diluyen por la adición de calor y pueden eliminarse más fácilmente. La emulsión de aceites y grasas también se acelera en el agua caliente.

Diversas aplicaciones prácticas (desde talleres y empresas artesanales hasta grandes empresas industriales) demuestran que el uso de agua caliente puede reducir el tiempo global de limpieza en hasta un 35 %. Esto supone una reducción de los costes laborales.

Un factor clave en el uso de limpiadoras de alta presión calefactados es también el secado más rápido. Las superficies que se limpian con agua caliente en lugar de fría permanecen ligeramente calientes y suelen secarse con mayor rapidez.

Menor tiempo de secado

Mientras que los equipos de agua fría convencionales solo consiguen el resultado deseado con el detergente adecuado, los equipos de agua caliente actúan más rápidamente. Dado que la suciedad persistente (incluida la grasa, la resina o los restos de aceite incrustados) suele disolverse con el agua caliente, la cantidad de detergente precisa es considerablemente menor. A menudo se puede prescindir por completo del detergente. Esto protege el medio ambiente y también es favorece a la economía del usuario.

Las limpiadoras de alta presión calefactadas también son especialmente adecuadas en ámbitos donde se requiere la máxima higiene y es imprescindible el control de microorganismos y gérmenes. Esto se aplica a la industria alimentaria (desde el sector de la carnicería artesanal hasta la producción industrial a gran escala), así como a la agricultura, en la que la limpieza es imprescindible para la cría de animales jóvenes o en las salas de ordeño.

La combinación de alta presión y agua caliente a 85 °C reduce en gran medida la contaminación por gérmenes. Esta reducción de gérmenes conseguida sin desinfectantes suele ser suficiente para cumplir las normas de higiene exigidas. A diferencia del uso de agua fría, la limpieza con agua caliente no baja la temperatura de la habitación. Esta es una cuestión nada banal en la agricultura, por ejemplo cuando el ganado joven pasa al establo, y es vital para los pollitos, ya que reaccionan de forma especialmente sensible a las temperaturas demasiado bajas.

Las limpiadoras de alta presión calefactadas pueden utilizarse para realizar tareas de limpieza muy exigentes que no podrían llevarse a cabo solo con agua, detergente y cepillos manuales. La etapa de vapor con vapor hasta 155 °C permite disolver incluso la suciedad más persistente con suavidad, normalmente sin detergentes. Este método es el más adecuado para la limpieza suave de superficies sensibles, ya que se consigue toda la potencia de limpieza con una presión de trabajo considerablemente menor y una cantidad de agua inferior. La etapa de vapor es especialmente respetuosa con el medio ambiente y resulta idónea para eliminar revestimientos de betún, pinturas, depósitos de hollín, líquenes y algas. Un menor consumo de agua significa también una cantidad menor de aguas residuales.

La ventaja más significativa de las limpiadoras de alta presión de agua caliente es su mayor rentabilidad. Esto se aprecia principalmente con un uso comercial regular: cuanto más tiempo y más a menudo se emplee el equipo, más significativa será la ventaja económica. Es cierto que el precio de compra de una limpiadora de alta presión calefactada duplica prácticamente el de un equipo de agua fría con una presión y capacidad de bombeo comparables. No obstante, este gasto se amortiza rápidamente gracias a los menores costes salariales y de funcionamiento.

El mayor precio de compra se debe a la tecnología más compleja, especialmente el quemador. También respecto a los costes de mantenimiento se debe tener en cuenta el mayor consumo energético derivado del sistema de calefacción. Sin embargo, estos dos bloques de costes se ven rápidamente compensados por el gran potencial de ahorro que ofrecen los equipos de agua caliente. Comienza ya por los costes de mantenimiento, donde el gasto de energía de calefacción se ve rápidamente compensado por gran ahorro de agua y detergente. Un factor esencial en el cálculo de la rentabilidad es la reducción del 35 % en los tiempos de limpieza que se puede conseguir con el agua caliente. Se reflejan en los costes de mano de obra, que a lo largo de la vida útil total de una limpiadora de alta presión son muchas veces superiores a los costes de compra y funcionamiento.

Las limpiadoras de alta presión de agua caliente permiten eliminar las malas hierbas de forma sostenible. El principio del control térmico de malas hierbas es un proceso respetuoso con el medio ambiente y cuidadoso con las superficies que se basa en una regla bioquímica básica: la mayoría de las proteínas se desnaturalizan a partir de una temperatura de unos 42 °C. Es decir, las proteínas se modifican, se rompen y dejan de poder cumplir con sus funciones. El calor necesario para ello también puede generarse con limpiadoras de alta presión de agua caliente. La eliminación de las malas hierbas con agua caliente es el único método no químico que llega hasta las raíces.


Funcionamiento de las limpiadoras de alta presión de agua caliente

Las limpiadoras de alta presión de agua caliente pueden aumentar la temperatura del agua desde unos 12 °C hasta 155 °C en la etapa de vapor. El agua de las limpiadoras de alta presión calefactadas se pone a temperatura en un quemador con serpentín de doble espiral que se caracteriza por su diseño compacto y su gran capacidad de calentamiento. Este quemador de bajas emisiones puede funcionar con biodiésel normal. Opcionalmente, también hay equipos con calentador eléctrico. Se utilizan cuando se requiere una ausencia total de gases de escape, por ejemplo, en grandes cocinas, piscinas u otras salas cerradas. Con la máxima capacidad de bombeo y la máxima presión de trabajo, el agua a alta presión se calienta hasta un máximo de 85 °C.
Reduciendo la cantidad de agua es posible generar vapor caliente de hasta 155 °C en el serpentín activando así la etapa de vapor especialmente intensiva y respetuosa con la superficie. 

Limpiadoras de alta presión de agua caliente de Kärcher

Limpiadoras de alta presión de agua caliente para la limpieza y desinfección de grandes superficies

La limpieza intensiva y minuciosa con limpiadoras de alta presión permite alcanzar un alto nivel de higiene. Pueden utilizarse para llegar a lugares de difícil acceso manual, como ranuras y grietas. También son especialmente útiles para limpiar y desinfectar grandes superficies, como techos, paredes y suelos, y pueden combatir eficazmente gérmenes, bacterias y virus.

El uso de detergentes y desinfectantes desempeña un papel muy importante en los procesos de limpieza. Lo que muchos no saben es que el agua caliente también contribuye significativamente a la hora de eliminar agentes patógenos. La temperatura del agua de las limpiadoras de alta presión tiene un gran impacto en la reducción de gérmenes y colonias de virus y bacterias: la combinación de alta presión y agua caliente a hasta 85 °C reduce en gran medida la contaminación por gérmenes. Esta reducción de gérmenes conseguida sin desinfectantes suele ser suficiente para cumplir las normas de higiene. Para reforzar la acción del agua caliente se recomienda la adición de desinfectante con la limpiadora de alta presión.

Limpieza con una limpiadora de alta presión de agua caliente de Kärcher


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