Limpieza en una nave o puente de lavado
Para vender limpieza es indispensable dar buen ejemplo. Esta afirmación es aplicable también a los operadores de instalaciones de lavado. La limpieza y la conservación permanentes de la nave de lavado, de la instalación y de los cepillos de lavado permite conservar el valor, mejorar la apariencia y el resultado de limpieza y puede ser un criterio decisivo para la fidelización de clientes de concesionarios, talleres y gasolineras. Con los detergentes y los equipos profesionales adecuados ya no existen más obstáculos para una limpieza perfecta.
Fidelización de clientes con un aspecto impecable
Las instalaciones de lavado y estaciones de lavado de los talleres de vehículos adquieren con el tiempo un aspecto antiestético si no se someten a una limpieza regular. La principal causa es la suciedad que introducen los vehículos en el taller. Si la instalación tiene una finalidad comercial, y por tanto está destinada a clientes externos, constituye un elemento clave en la proyección exterior de la empresa. El hecho de que un cliente recurra de nuevo a una instalación de lavado depende en gran medida del estado de la instalación.
Si bien es cierto que una nave de lavado descuidada no tiene necesariamente una influencia directa sobre el resultado de limpieza, se puede suponer que la apariencia afecte a la confianza del cliente en el rendimiento de la instalación y, en consecuencia, al volumen de negocio. Por este motivo es altamente recomendable la limpieza regular de la nave de lavado, ya que contribuye a mejorar la impresión visual además de evitar un aumento de los costes de mantenimiento.
Consejo:
Los intervalos de limpieza de la nave de lavado dependerán del número de lavados. También los picos estacionales influyen en la frecuencia de limpieza de la nave. No obstante, habitualmente se recomienda realizar una limpieza como mínimo entre cada cuatro y ocho semanas.
El efecto positivo del agua caliente y la alta presión en la limpieza de naves de lavado
Suciedad en suelos, paredes, puertas, revestimientos y ventanas: los equipos de limpieza profesionales proporcionan un respaldo efectivo a los esfuerzos para lograr una nave de lavado cuidada. Para la conservación de puentes de lavado y naves de lavado las limpiadoras de alta presión desempeñan un importante papel. En comparación con procedimientos sin presión, estos equipos se caracterizan por un menor consumo de agua y una mayor potencia limpiadora. Aún más ventajas ofrecen las limpiadoras de alta presión calefactadas, que generan agua caliente y desprenden la suciedad resistente con mayor rapidez y efectividad. Estas limpiadoras de alta presión de agua caliente son especialmente prácticas cuando se trata de eliminar aceites, grasas y partículas de hollín.
Ventajas de las limpiadoras de alta presión de agua caliente
Las limpiadoras de alta presión limpian aún mejor con agua caliente a una presión constante. Además de mejores resultados y tiempos de limpieza y secado más rápidos, las limpiadoras de alta presión de agua caliente pueden lograr una reducción apreciable de los gérmenes. La etapa de vapor permite limpiar incluso superficies sensibles con cuidado a hasta 155 °C. Por otro lado, los equipos permiten reducir la presión de trabajo, el tiempo necesario y la cantidad de detergentes que hay que utilizar. Así, la limpieza con agua caliente ofrece algunas ventajas y varias posibilidades para optimizar el proceso de limpieza.
Limpieza de suelos y paredes en naves de lavado con una limpiadora de superficies
Para limpiar los suelos y las paredes, se recomienda el uso de una denominada limpiadora de superficies. Se conecta a la lanza pulverizadora de la limpiadora de alta presión. Está compuesta por una carcasa de acero inoxidable o de plástico que se desplaza fácilmente gracias a las ruedas de dirección. Las limpiadoras de superficies están equipadas, por ejemplo, con un brazo pulverizador giratorio con rodamiento cerámico que dispone de dos boquillas de chorro plano.
Paredes
Para el trabajo en paredes es posible unir la pistola de alta presión incluso sin lanza pulverizadora al accesorio, por ejemplo a una limpiadora de superficies. La limpieza de paredes y suelos se realiza de esta forma hasta diez veces más rápido y de forma mucho más homogénea que con una lanza pulverizadora de libre conducción.
Suelo
Para drenar el agua sucia de forma controlada se ofrecen limpiadoras de superficie que funcionan según el principio Venturi. Se emplea una boquilla impulsora que genera baja presión en la parte posterior de la cubierta. Una boquilla de extracción recoge rápidamente de nuevo el agua sucia. Con ayuda de una manguera larga el usuario puede conducir el agua hacia un desagüe, un depósito o una cubeta. Las superficies limpias vuelven a ser transitables en menos tiempo. Se prescinde del enjuagado del agua sucia, ahorrando tiempo y también reduciendo el consumo energético y de agua.
Detergente para naves de lavado: efectivo con una aplicación adecuada
Para la limpieza y conservación de naves de lavado alicatadas es adecuado un detergente ácido que disuelva grasa, residuos de cera, huellas de corrosión y calcificación de forma rápida y efectiva. Para eliminar este tipo de suciedad los fabricantes ofrecen limpiadores de losas especiales y detergentes para naves de lavado adecuados tanto para la limpieza en profundidad como para la limpieza de mantenimiento. Las juntas que contengan cemento deberán mojarse antes de la utilización de detergentes ácidos. En naves de lavado con suelos o paredes de hormigón se deberá recurrir a detergentes alcalinos, puesto que son menos agresivos para este material. En este caso, es mejor limpiar con regularidad que emplear productos demasiado ácidos.
Para la utilización de limpiadoras de alta presión se ajustan la temperatura y la dosificación para la aplicación a las superficies sucias y después se humedecen el suelo y las paredes. Tras un breve tiempo de actuación, determinado en función del grado de suciedad, se enjuagan las superficies con agua limpia y alta presión. Durante la utilización se deberá tener en cuenta que no se seque el concentrado de limpieza porque, de lo contrario, podrían formarse manchas. Por este motivo se recomienza realizar la limpieza de la nave de lavado por pasos.
A la hora de elegir el detergente, los operadores deberán tener en cuenta que sea apropiado para todas las superficies y materiales que se emplean en una instalación de lavado. En lo que respecta al medio ambiente, se deberá apostar por detergentes para naves de lavado que sean biodegradables, sin NTA y de precipitación fácil, es decir, que permitan una separación rápida de aceite y agua en el separador de aceite.
Limpieza regular de los cepillos de lavado en puentes de lavado
Se debe prestar atención a la propia nave; no obstante, el puente de lavado también es fundamental. En primera instancia al material de lavado. Si la instalación tiene ajustado el juego de cepillos adecuado y se ha dosificado correctamente la cantidad de detergente, los tejidos existentes se limpian en gran medida solos.
Dependiendo del tipo de suciedad o caso de agua calcárea se deberá emplear adicionalmente un detergente que cumpla las normativas legales. Se recomienda el siguiente procedimiento:
1. Pulverizar detergente sobre el material de lavado
2. Aclarar con agua tras un breve tiempo de actuación
Asimismo, la mayoría de fabricantes recomiendan un mantenimiento y una limpieza de la instalación y los cepillos una o dos veces al año por parte de personal especializado.
La conservación del material de los cepillos es importante por una cuestión de conservación de valor y también pensando en el cliente y en sus expectativas respecto a la apariencia de una instalación de lavado. El estado y el rendimiento de limpieza de los cepillos indican el momento de sustitución de los tejidos de limpieza. Normalmente esta labor la realiza el servicio de postventa del fabricante de la instalación. El tiempo necesario para la sustitución es de pocas horas y con frecuencia tiene lugar en el marco de trabajos de mantenimiento pendientes.
Garantizar la operatividad de la nave de lavado
Puntos críticos: barreras de luz, sensores y carriles de guía
Se deberá eliminar la suciedad de manera regular para garantizar la operatividad del equipamiento técnico. Un ejemplo son las barreras de luz. Estos elementos registran si existe un obstáculo, por ejemplo una persona, en el interior de la instalación y se encargan de detener el equipo. También detectan la longitud del vehículo que se va a lavar y sus contornos y salientes. Por este motivo, las barreras de luz son un instrumento importante para la seguridad de las personas y los vehículos.
La limpieza regular de los sensores es, en definitiva, más que solo una cuestión visual. Contrarresta el peligro de accidentes. Si no se realiza una limpieza regular de la instalación, pueden acumularse aceite, lodo y otro tipo de suciedad en los componentes mecánicos y afectar a su funcionamiento.
Como punto crítico, por ejemplo, cabe mencionar los carriles de guía que se bloquean por el lodo acumulado y pueden afectar al proceso de trabajo.
No perder de vista los detalles
Además de la limpieza de la nave de lavado, los operadores también deben tener en cuenta ámbitos importantes. La sustitución de las láminas descoloridas en el área de acceso, el retoque de la pintura desconchada, un nuevo aroma para los productos químicos de lavado, superficies de cristal impecables y un área de acceso barrida y limpia surten efecto en los conductores. Porque cuando se aprecia limpieza, el cliente confía en un buen resultado de lavado.