Sistemas de riego de jardín automáticos
Césped más verde y frondoso, espléndidas hileras de bancales, un colorido tapiz de flores: ¡el sueño de cualquier amante de los jardines en verano! No obstante, los profesionales lo saben: el paraíso verde de un jardín no se asocia solo con el reposo o la pasión, sino que también requiere mucho trabajo. En especial, regar las plantas y el césped exige una gran cantidad de tiempo y energía diarios durante los meses cálidos. Con la ayuda de un sistema de riego automático se evita este procedimiento minucioso y al mismo tiempo se ahorra un bien tan preciado como el agua. A continuación se realiza una descripción general de los diferentes sistemas y del funcionamiento del riego automático con aguas freáticas y de lluvia.
Las ventajas de un sistema de riego automático en el jardín
Las ventajas de un sistema de riego automático en el jardín se enumeran rápidamente: en comparación con el riego con regadera o pistolas de riego convencionales, con un sistema de riego en el jardín puede ahorrarse muchísimo tiempo. Asimismo, este método ahorra agua y recursos frente a los aspersores manuales con agua del grifo. Con la ayuda de aspersores de ajuste individual y temporizadores o sistemas de riego automático los jardines se riegan de forma especialmente efectiva. Además, es posible regar manualmente o de forma específica el césped, las plantas y los arbustos según una programación de riego que se puede ajustar individualmente, también durante el horario de trabajo o al marcharse de vacaciones. Por otra parte, los sistemas de riego automático, por ejemplo, con agua de lluvia o aguas freáticas, no consumen agua potable, tan valorada por todos. El agua de lluvia puede almacenarse mediante una cisterna o un bidón que, a continuación, se conecta al equipo de riego automático con la ayuda de una bomba generadora de presión y un sistema de mangueras. Naturalmente también puede aplicarse el mismo sistema con el agua de fuentes o las aguas freáticas, que se pueden distribuir de forma efectiva por el jardín con una bomba de jardín.
Sistemas de riego automático: con control manual o por ordenador
Al plantearse la adquisición de una instalación de riego, primero deben aclararse una serie de cuestiones. No se trata únicamente de saber cómo funciona un sistema de riego automático y qué tipos de sistemas hay. También es preciso conocer la composición y el tamaño de la superficie de jardín en cuestión. Por ejemplo, debe determinarse cuál es el sistema de mangueras adecuado y de dónde se obtendrá el agua para suministrarla de forma específica a los bancales de flores, los setos y el césped. Además, hay varios tipos de sistemas de riego automáticos. Por ello, es importante saber que: si se han resuelto estas cuestiones básicas, la mayor parte del «trabajo» ya está hecha. La instalación del sistema de riego es sencilla y solo dura unos minutos.
¿Cómo funcionan los sistemas de riego automático?
Fundamentalmente, en el caso de los sistemas de riego automático hay 3 opciones: para empezar, puede bastar con un sistema de mangueras moderno que distribuya el agua mediante aspersores automáticos. Esta variante es económica y no requiere una planificación minuciosa, ya que los equipos móviles y ajustables individualmente pueden colocarse en la zona deseada del jardín según sea necesario. De este modo, se ahorra mucho tiempo, que puede pasarse en familia o en el hogar, así como para teletrabajar desde casa. Mediante sistemas de retracción de mangueras flexibles también pueden conectarse parcialmente varios aspersores.
Si no se trata únicamente de grandes superficies de césped sino, por ejemplo, de bancales de flores y hierbas aromáticas que deben regarse de forma específica, se requiere un sistema de riego inteligente que riegue cada planta de forma individual y según sus necesidades. En ese caso, se usa el método de microaspersión. Mediante una manguera se dirige el agua hacia varios aros de goteo y microaspersión para regar las plantas, no solo de forma eficiente, sino también cuidadosa y en cantidades reguladas. Mediante la combinación de los precisos aros de goteo y microaspersión se pueden regar o bien plantas específicas o bien todo un bancal mediante patrones de pulverización diferentes. Para el riego se han diseñado adicionalmente mangueras de riego por goteo, que se tienden en el bancal o en torno a este como una manguera convencional. La instalación se lleva a cabo rápidamente gracias a las instrucciones paso a paso suministradas: las mangueras se pueden cortar según sea necesario y con la ayuda de los colectores de mangueras suministrados se puede ampliar la instalación a discreción. Los aros de goteo y microaspersión se instalan en la manguera del sistema, que se introduce en el lugar deseado en el suelo mediante piquetas. Extremadamente prácticos: los aros de microaspersión se ajustan individualmente mediante un regulador.
Al preparar el jardín para el invierno, los aros y colectores del sistema de riego se pueden desenroscar en un santiamén. El sistema debe desmontarse por completo y almacenarse en un lugar protegido frente a las heladas durante el invierno.
¿De dónde se obtiene el agua para regar el jardín?
Independientemente de si las plantas, los bancales y las flores se quieren regar manualmente o mediante un sistema de riego de jardín automático, debe determinarse de dónde se obtendrá el agua: la opción más evidente es utilizar el agua del grifo, mediante la conexión de la manguera de riego o el sistema de riego con la toma de agua propia de cada hogar. No obstante, para algunos propietarios de jardines puede valer la pena obtener el agua de una forma alternativa. Aquí es donde entra en juego un sistema de riego con agua de una fuente o aguas freáticas o un sistema de riego de jardín automático con agua de lluvia.
Los propietarios de grandes jardines también deberían plantearse la construcción de una fuente para utilizar las aguas freáticas o de la fuente almacenadas para regar el jardín. Aunque esto se asocia con un coste extraordinario, resulta rentable al cabo de unos pocos años. También se ofrece la posibilidad de recoger el agua de la lluvia en cisternas o depósitos y distribuirla por el jardín mediante bombas generadoras de presión en el sistema de riego.
La clase reina: sistemas de riego automático con programador de riego
Para regar el jardín de forma completamente automática, se recurre a un sistema de riego automático. Durante las vacaciones o mientras esté en el trabajo, ya no tendrá que preocuparse porque las flores puedan estar recibiendo una cantidad de agua insuficiente. Así, puede configurarse previamente un intervalo de riego en el equipo. De este modo, el jardín se riega de forma completamente automática y según el plan.
Es así como funciona: el sistema de riego automático, al igual que otros sistemas de riego conocidos, se instala en la toma de agua del domicilio. Según el modelo, se pueden conectar entre 1 y 3 sistemas colectores. Si se opta, por ejemplo, por un temporizador, el período de riego solo se ajusta manualmente. Tras un máximo de 2 horas, o antes, si resulta necesario, el riego se detiene de forma automática.
Con un programador de riego se logra una independencia aún mayor. No solo garantiza que el jardín se riegue de forma automática varias veces cada día y según sea necesario, sino también mide la humedad del suelo mediante un sensor. La señal se envía por radio a la unidad de servicio de la toma de agua y se inicia o finaliza el riego según la función configurada previamente: esa es la forma moderna y eficiente de regar el jardín.