LIMPIEZA DE BARBACOAS: DEVUELVELE A TU PARRILLA UN ASPECTO IMPECABLE

Las barbacoas son para el verano. Para muchos, un verano sin barbaocas en el jardín o en la terraza con la familia o los amigos es impensable. Pero da igual si la usas todo el año o solo durante unas pocas semanas, todas las barbacoas, sean del tipo que sean, eléctricas, de carbón o de gas, requieren un cierto cuidado. Con los consejos de uso y cuidado que leerás a continuación, te sorprenderá lo fácil que será limpiar y mantener tu barbacoa para que les acompañe muchos veranos más.

Un hombre limpia una barbacoa de carbón con el aspirador de ceniza Kärcher

¿Por qué conviene limpiar la barbacoa con frecuencia?

Si nos gusta cocinar con barbacoa y queremos hacerlo con frecuencia, es fundamental adquirir un hábito de limpieza. No solo tendremos con ello la seguridad de tenerla preparada en todo momento, sino que, además, lo que cocinemos tendrá mejor calidad. Dependerá de la frecuencia con que la usemos, del grado de suciedad y no menos de nuestra propia percepción, saber cada cuánto deberá limpiarse. Por lo general, suele bastar con limpiarla normal regularmente y una o dos limpiezas profundas al año, por ejemplo, al comienzo y al final de la temporada.

© Weber: Un hombre cocinando en una barbacoa Weber

Consejo

Antes de usar un aparato nuevo por primera vez, se habrá de calentar durante 30 minutos al nivel más alto de potencia, porque el calor generado hará que se evapore cualquier resto de aceites o sustancias utilizadas en su fabricación. Pasado este tiempo, se dejará enfriar.

Limpiar la barbacoa: ¿antes o después de usarla?

Como rutina regular de limpieza, conviene calentar la barbacoa antes de cada uso al máximo nivel de intensidad durante unos 15 minutos y, a continuación, limpiar la parrilla con un cepillo especial para barbacoas. Haciendo esto, eliminaremos fácilmente el óxido o cualquier resto de comida, al tiempo que acabaremos con las bacterias. Antes de extender la comida en la rejilla, aplica un espray antiadherente para evitar que los alimentos se peguen y queden restos en la parrilla que después serán difíciles de eliminar.

Pero, mientras cocinamos, también podemos tener presente un par de recomendaciones que nos ayudarán a mantener a raya la suciedad incrustada y los restos de grasa. Si nos gustan las marinadas y las salsas, debemos tener en cuenta que, cuando gotean, se acumulan en forma de grasa. Si reducimos su uso y colocamos una bandeja de aluminio debajo de la rejilla que recoja los restos que goteen, evitaremos así que se acumule en cualquier parte de la barbacoa o incluso en huecos de difícil acceso. Una forma de reducir la suciedad, en especial en las barbacoas de carbón, consiste en colocar una bandeja de aluminio en el nivel más bajo de la barbacoa, justo en el centro, rodeada del carbón a derecha e izquierda, que recoge de forma controlada la grasa que vaya goteando.

Después de cocinar, podemos volver a calentar la barbacoa al máximo (a poder ser, cubierta) para disolver la mayor parte de restos en el interior del aparato. Con un cepillo de alambre, el cual, según el tipo de barbacoa que tengamos, debe ser de una, de dos o de tres caras, pueden limpiarse de nuevo todos los posibles recovecos. Las bandejas donde se ha recogido la grasa pueden vaciarse o depositarse en el contenedor de reciclaje.

© Weber: cepillo de alambre

Limpiar barbacoas con la limpiadora de vapor

Para limpiar a fondo las superficies de acero inoxidable, como la tapa, las asas laterales y otros elementos funcionales de una barbacoa, las  limpiadoras de vapor han demostrado una gran eficacia: primero, se dispara el vapor sobre todas las superficies con el cepillo de la limpiadora y, a continuación, se limpian utilizando de nuevo el cepillo y un paño de microfibra sin dejar de aplicar vapor: mientras el vapor disuelve la grasa y la suciedad incrustada, se va recogiendo con el paño.

Cuando la superficie de acero inoxidable no está muy sucia, los restos de grasa se pueden eliminar fácilmente con agua templada, detergente y un paño de microfibra, o también con productos de limpieza especiales para barbacoas disponibles en el comercio especializado.

Para las partes más sucias, como la rejilla o el soporte de la rejilla, podemos añadir a la limpiadora un pequeño cepillo redondo de cerdas de  latón. Si nuestra rejilla es esmaltada, es mejor usar un cepillo de plástico. Con ellos, rascaremos la suciedad incrustada bajo vapor constante y la recogeremos con un trapo viejo. Si la barbacoa está integrada en una cocina de jardín al aire libre, podemos aprovechar para limpiar también con la limpiadora de vapor las superficies de trabajo.

 

Consejo

Al limpiar una barbacoa con una limpiadora de vapor, el agua sucia que gotea puede dejar manchas en el suelo, por ejemplo, en la piedra o en la madera de tu terraza. Por ello, es recomendable proteger el suelo con papel de aluminio o diarios viejos, aunque otra opción recurrente son las alfombrillas reutilizables para parrilla y horno, que también te servirán para proteger el suelo de grasa, comida o cualquier inclemencia climatológica. Y, si aun así, no pudieras evitar que algo cayera al suelo, con estos prácticos trucos las baldosas de tu terraza volverán a estar limpias antes de lo que crees.

Limpieza de barbacoas de carbón con un aspirador de ceniza

En una barbacoa de carbón, es normal que con el tiempo se acumulen restos de grasa en la caldera y en la tapa, aunque pueden eliminarse con un detergente para grasas y una limpiadora de vapor como describimos arriba.

Tras cocinar con carbón, sin embargo, no solo queda una rejilla sucia con restos de comida y superficies sucias de grasa, sino también un recolector lleno de ceniza. Antes de vaciarlo, deja que las brasas se ahoguen y deja enfriar el carbón durante toda la noche y como mínimo 12 horas. Al día siguiente, los restos pueden recogerse con un aspirador de ceniza y desecharse con ayuda de un cubo o un contenedor, evitando el contacto directo.

Recoger ceniza de una barbacoa con un AD Battery Kärcher
Vaciar el depósito de ceniza del AD Battery Kärcher

Consejo: Guardar una barbacoa correctamente

Una vez que ya hayamos dejado enfriar nuestra barbacoa y la hayamos limpiado, es importante guardarla bien protegida. Si no se va a usar, las fundas protectoras son una solución perfecta para protegerla de polvo, humedad o arañazos. Incluso una parrilla de acero inoxidable puede permanecer todo el año al aire libre cubierta con una funda.

Consejos de seguridad para utilizar barbacoas eléctricas, de carbón y de gas.

Cocinar con barbacoa de gas

  • Encenderla siempre con la tapa levantada
  • Controlar y limpiar regularmente los recolectores de grasa
  • Apagar siempre el gas primero en la barbacoa, antes de cerrar la bombona de gas.
  • Revisar con frecuencia que el tubo del gas esté en perfectas condiciones, en especial, tras pausas largas en su uso.
  • Nunca guardar la bombona de gas en espacios cerrados.

Cocinar en una barbacoa de carbón

  • Para encender el carbón, es mejor usar pastillas de encendido que encendedores líquidos, porque estos conllevan riesgos para la seguridad.
  • Colocar la chimenea de encendido sobre la rejilla, nunca en el suelo.
  • Al acabar, dejar ahogar a las brasas tapando las aberturas de ventilación.
  • Dejar enfriar el carbón durante la noche y desechar no antes de pasadas 12 horas.

Cocinar con una barbacoa eléctrica

  • Enchufar la barbacoa en un enchufe seguro y nunca en una regleta de enchufes.
  • Proteger los enchufes de la humedad.
  • Nunca usar una barbacoa eléctrica en un espacio cerrado: están indicadas exclusivamente para su uso al aire libre

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