Limpieza de estanques: Los mejores consejos para un agua transparente
Un estanque de jardín suele ser una vista atrayente, no obstante, también debe cuidarse con regularidad y limpiarse a conciencia, ya que solo así ofrecerá un hábitat saludable para las plantas y los animales. Con estos consejos la limpieza de estanques está garantizada.
Limpieza de estanques: ¿cuándo y cómo?
Un estanque de jardín debe limpiarse a conciencia al menos dos veces al año: una vez en primavera y de nuevo en los últimos días del otoño.
En otoño debe prepararse el estanque para el invierno, ya que las hojas caídas, los restos de plantas muertas o los insectos muertos se acumulan en el suelo del estanque y se forma una masa orgánica cuya descomposición consume mucho oxígeno. Bajo una capa de hielo cerrada y una baja circulación del agua, algunos animales más grandes como peces o ranas carecen de oxígeno. Por esta razón, es importante limpiar a conciencia el estanque del jardín antes del invierno para eliminar el lodo y mantener un ecosistema saludable.
Después del invierno, en el estanque se han acumulado de nuevo las hojas y los restos de plantas, así como una gruesa capa de lodo en el suelo. Estos deben eliminarse de nuevo en primavera, el agua del estanque debe extraerse, el suelo del estanque debe limpiarse y debe llenarse con agua nueva. De este modo, las aguas estarán mejor preparadas para los meses de verano.
Extraer el agua del estanque de jardín y trasladar las plantas
Antes de iniciar la limpieza, deben trasladarse provisionalmente las plantas y los animales como peces, ranas y tritones, y vaciarse el agua del estanque. La forma más rápida es con una bomba sumergible de agua sucia. Se coloca en el punto más profundo del estanque de jardín, donde se acumula la mayor parte de la suciedad. Una vez vaciado el estanque, a continuación se absorbe el lodo suelto. La cubierta, los guijarros y las piedras más grandes pueden limpiarse a continuación con la ayuda de una limpiadora de alta presión, para eliminar la suciedad adherida. Debe trabajarse con un chorro plano, para no dañar la cubierta del estanque. Por esa razón, debe prestarse especial atención a los bordes del estanque, ya que ahí se acumula mucha suciedad. Con la bomba sumergible se puede bombear fácilmente el agua sucia (de nueva aparición) fuera de la cubierta.
A continuación se examina la cubierta limpia para detectar grietas y puntos no estancos y, en caso necesario, se repara, por ejemplo, con restos de cubierta del estanque y adhesivo de PVC resistente al agua. Si todo está en orden, se vuelven a colocar las plantas en su sitio y se rellena el estanque con agua limpia.
Debe tenerse una especial precaución al limpiar el estanque si en él habitan peces. Antes de la limpieza deben trasladarse con cuidado a otra parte. Como solución provisional pueden utilizarse depósitos de almacenamiento. Para crear unas condiciones de vida similares para los peces, los recipientes deben llenarse hasta un tercio con el agua propia del estanque. Las plantas del estanque también deben protegerse frente a la desecación. Para protegerlas adicionalmente, no debe llenarse demasiado rápido el estanque con agua fresca después de la limpieza. De este modo la temperatura se adapta de forma uniforme y la materia en suspensión se deposita más fácilmente en el suelo del estanque.
Consejo: utilizar el lodo como abono
El agua restante tras la limpieza y los restos biológicos, como hojas secas o polen, se pueden eliminar con aspiradores de lodo especiales o también aspiradores multiuso. Una parte de los restos debe permanecer en el estanque del jardín, para favorecer su regeneración. Y el lodo aspirado también se puede reutilizar de forma útil: cuando está seco es idóneo como abono para el sustrato de las flores en el jardín.
Las plantas y peces sensibles deben pasar el invierno en un lugar protegido frente a las heladas
Las plantas sensibles a las heladas, como los jacintos de agua o las flores de loto, no deben volverse a introducir en el estanque tras la limpieza, sino protegerse del frío en un cubo con agua en casa o en un cobertizo durante el invierno. No se volverán a colocar en el estanque hasta la primavera siguiente.
Si en el estanque habitan peces, debe evitarse la congelación completa en invierno. Los biogases que se forman en el suelo deben poder escaparse. De este modo, se evita la intoxicación de los peces y, al mismo tiempo, se asegura un suministro suficiente de oxígeno en el agua. Para mantener el intercambio de gases también en caso de helada y hielo, están disponibles varias posibilidades: desde la decoración del estanque con plantas de tallo largo hasta elementos de poliestireno expandido para evitar la presencia de hielo en el estanque.
Preparar la tecnología para el invierno
Las bombas de agua no deben permanecer en el estanque durante el invierno, ya que la tecnología de bombas podría quedar totalmente destruida por las heladas. De hecho esto también es aplicable a las limpiadoras de alta presión. Si ya no se necesitan tras la limpieza del estanque, debe purgarse el agua residual. Para ello, se retira la manguera de agua para interrumpir el suministro de agua. A continuación, brevemente (aproximadamente durante medio minuto) se pulsa la pistola de la limpiadora de alta presión para extraer la presión y el agua residual del sistema. Si se prepara de este modo, resistirá el invierno con seguridad y se puede almacenar en un lugar protegido frente a las heladas hasta la limpieza general anual. Para evitar daños en las bombas, se recomienda almacenar a continuación la limpiadora de alta presión en un lugar protegido frente a las heladas.
Cuidado del estanque: retirar las hojas regularmente
Para que el estanque siga atrayendo miradas en el jardín, debe controlarse durante todo el año que esté en un estado impecable. Las hojas caídas, las algas verdes visibles en la superficie del agua y los restos de plantas muertas pueden pescarse sin gran esfuerzo con un buitrón. Una red tendida sobre el estanque en otoño ofrece una buena protección frente a las hojas que caen de los árboles circundantes.
Eliminar las algas del estanque
Para que no tengan que eliminarse las algas del estanque de jardín, debe evitarse su crecimiento. Un factor significativo para la formación de algas es el contenido de nutrientes del estanque. Este puede determinarse mediante una sencilla prueba de pH. Si el valor del pH se sitúa entre 6,8 y 8,2, es decir, en la zona neutra, es el ideal. Si se sitúa por encima (zona alcalina), el contenido de nutrientes es elevado. Esto permite que las algas se multipliquen.
Al construir el estanque también debe tenerse en cuenta que no reciba demasiada luz solar directa, ya que el calor favorece el crecimiento de las algas. Asimismo, a ser posible deben utilizarse sustratos pobres en nutrientes y, para mantener el equilibrio del agua, deben emplearse diferentes plantas acuáticas, ya que para su crecimiento estas requieren nutrientes que combinan en su interior. Si las plantas se cortan con regularidad, sustraerán los nutrientes a las algas.
Por regla general: los pequeños estanques requieren más cuidados que un gran estanque. Debido a la poca profundidad del agua y la menor cantidad de agua se acumula mucha biomasa en poco espacio. Además, las aguas poco profundas se calientan más rápido en verano. Unas temperaturas del agua más elevadas dan lugar a su vez a un mayor contenido de nutrientes, peores valores del agua y un mayor crecimiento de algas. La conclusión inversa es que: cuanto mayor es el estanque, menor es el esfuerzo para mantenerlo cuidado.