Padrão dos Descobrimentos - Lisboa (Portugal)
Kärcher limpia el monumento a los navegantes
Además de la Puerta de Brandeburgo, Kärcher limpió un segundo edificio de interés histórico y artístico en 1990: el monumento a los navegantes, conocido como el «Padrão dos Descobrimentos».
La obra, situada en la entrada al puerto de Lisboa, se erigió en 1960 en honor a los descubridores portugueses. Su interior alberga el museo de la navegación y un mirador al que se accede mediante un ascensor. Este edificio de 65 m de alto representa de forma estilizada un velero con los héroes de la navegación portuguesa.
El monumento fue construido con ladrillos y revestido de placas de piedra calcárea. Esta piedra presenta dos tipos de suciedad: una oscura, originada por depósitos orgánicos como líquenes y musgo y otros tipos de suciedad, y otra clara, formada por eflorescencias blancas de yeso. Esta última se formó probablemente por una reacción química del dióxido de azufre contenido en el aire y de la piedra calcárea.
Tras varios intentos quedó demostrado que la suciedad no se eliminaba con una limpiadora de alta presión (150 bar/ 1000 l de agua). Tampoco se podía hacer nada más con sustancias químicas, ya que no se podían utilizar detergentes ácidos con la piedra calcárea, y los alcalinos no proporcionaban resultados de limpieza satisfactorios.
Tan solo pudo eliminarse de manera inmejorable la suciedad con un remolque para limpieza de fachadas. Para la limpieza con este equipo se utiliza un caudal de aire con el que puede aplicarse el detergente abrasivo en la dosis exacta. El agua que se mezcla en la boquilla de pulverizado impide la formación de polvo. El equipamiento técnico incluye un compresor y una bomba de agua, ambos accionados por un motor diésel, además de un equipo de chorro de cámara de presión. Todas las unidades ocupan poco espacio y se pueden alojar en un remolque de vehículos.
En este monumento, se vio que no convenía eliminar la suciedad en un solo procedimiento, sino eliminarla definitivamente en una segunda pasada, transcurridas una o dos horas desde la primera. De esta forma pudo celebrarse en público la finalización de la limpieza de los 6000 m² de superficie que debían limpiarse de este monumento, tras un periodo de unas cuatro semanas y con una impregnación final con el impregnador de piedra de Kärcher RM 441.
Para Kärcher, este encargo fue una confirmación más de su competencia incluso en tareas de limpieza difíciles.
